
Aunque practique otros deportes, el de la foto es otro montañerico del grupo. El juvenil.
Respnde a los nombres de Julen, Julentxu, e incluso Flumencio, y puede decirse que es la mascota del grupo. Apadrinado por Jaka, con un representante de la talla de Juan Karlos, creía que era hijo de la Maritere y ha descubierto recientemente que es adoptado en Africa.
Buen chavalin, aunque a veces se cabrea y jura (sin saber muy bien a quien sale en eso), es de lagrimilla fácil, pero lo vamos superando, o ¿no?.
Aficionado al monte, o a sus ropas y materiales, ha pisado, en el verano de 2009, la cumbre más alta del Pirineo, Monte Perdido, de la mano de su padrino, al que llevaba agotado a trote cuto.
Se le reconoce por su motxila naranja.

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