Instalamos el campo base en el Camping Los Cameros, algo cutre, pero bien para estar. Dos bungalows, uno como centro de reuniones, comidas y juergas, y otro como zona VIP, para descanso, y la autocaravana.
El primer día, como aclimatación nos dirigimos hacia Sierra de Cebollera, con intención de cruzarla entera y acabar en el monte Telégrafo. La acumulación de nieve, la niebla y falta de visibilidad, y el inútil de guía que comandaba la salida, aconsejaron una retirada a los 2.000 metros, en Cueva Grande. Regreso a la Ermita de Lomos de Orios, comida y primera escisión como en todo colectivo que se precie.
Cinco para el camping, cinco para los puentes de Ra y su cascada. Desde la cascada de Ra, preciosa, regreso al camping por la zona del puterío, por el Barranco de las Rameras, al que se accede desde una imagen de la Virgen (sin ningún doble sentido, la pura realidad geográfica).
Noche de costillas y ensaladas, vino y rosas. (Esto último porque quedaba bien.).
El segundo día, y ya con la Dirección Técnica al completo, Director (en plantilla) y Subdirectora (en economía sumergida), iniciamos la ascensión al Castillo de Vinuesa. Larga pista cargadita de nieve y mapas en los coches.
El segundo día, y ya con la Dirección Técnica al completo, Director (en plantilla) y Subdirectora (en economía sumergida), iniciamos la ascensión al Castillo de Vinuesa. Larga pista cargadita de nieve y mapas en los coches.
Llegamos a la muga de Rioja y Soria, y nos quedamos a 100 metros de desnivel del Castillo, y a menos de veinte minutos de la cumbre. Pero la hora, la visiblidad y el buen criterio de algunas, impone el regreso. Para no discutir si palante o patras, optamos por dar media vuelta y seguir palante, todo el mundo contento.








Como no pudimos asaltar el Castillo de Vinuesa, intentamos el asalto al refugio de cazadores, pero tampoco lo logramos. Almuerzo y a los coches.



Merienda de trabajo por parte de los directivos y trabajadores de Jakatours, a la que se van sumando los clientes propiamente dichos.
Ajoarriera (en femenino, porque solo trabajaron las chicas) para cenar y al sobre, que al día siguiente es el gran día.
Pico de Urbión (2228 metros).
Los doce expedicionarios, comandados por el Director Técnico, Juan Carlos, y asegurados en la retaguardia por la Subdirectora Técnica, Edurne (también conocida por Jone), iniciamos el ascenso desde la Laguna Negra. Fuerte subida por una chimenea con placas de hielo, y tras veinte minutos de subida, a llanear al estilo Joaquín.








Foto después de almorzar, nos sirve para pasar lista, es la única foto en la que estamos todos/as en todo el fin de semana, Teresa, Natalia, Juan Carlos, Iralko, Joaquín, Mª Jesus, Txema, Trini, Jone, Julen, Jokin y Jaka.









Después del objetivo conseguido, abrazos, cervezas y Nesteas, y para abajo, que vuelve la niebla. Reunión en los coches y al camping, unos como locos y otros visitando Vinuesa y alrededores, en concreto, los descendientes de la familia Torperena de la Ultzama.
Merienda de trabajo, aunque casi ni los directivos y trabajadores de Jakatours pueden comer tranquilos. Y preparación de la cena en masculino.
Intento de asalto de la kale borroka a la zona VIP del campo base, pero debidamente protegido por las habilidades del servicio de seguridad, es frustrado y se van con la música a otra parte.
El domingo nos lo tomamos de relax ( pero sin ir al barranco de Las Rameras), sino a Villoslada de cameros, donde compramos productos artesanos, visitamos en centro de interpretación y echamos un pote. Después a Lumbreras, por el camino largo, iban los Torperena delante. Comida campestre y regreso a Herrondo Elkartea.
Objetivos cumplidos y proyectos en marcha: las tres ermitas pasando noche en Erga.
Merienda de trabajo por parte de los directivos y trabajadores de Jakatours, a la que se van sumando los clientes propiamente dichos.
Ajoarriera (en femenino, porque solo trabajaron las chicas) para cenar y al sobre, que al día siguiente es el gran día.
Pico de Urbión (2228 metros).
Los doce expedicionarios, comandados por el Director Técnico, Juan Carlos, y asegurados en la retaguardia por la Subdirectora Técnica, Edurne (también conocida por Jone), iniciamos el ascenso desde la Laguna Negra. Fuerte subida por una chimenea con placas de hielo, y tras veinte minutos de subida, a llanear al estilo Joaquín.
Se rompen las estadísticas al cruzar un río con nieve, deberían haber caído dos de cada doce y no pisa el agua nadie, ni a la ida, ni a la vuelta.
Niebla y poca visibilidad hasta llegar al Collado Arenoso en que el sol aparece y nos permite subir a la cima con vistas.
Merienda de trabajo, aunque casi ni los directivos y trabajadores de Jakatours pueden comer tranquilos. Y preparación de la cena en masculino.
Intento de asalto de la kale borroka a la zona VIP del campo base, pero debidamente protegido por las habilidades del servicio de seguridad, es frustrado y se van con la música a otra parte.
El domingo nos lo tomamos de relax ( pero sin ir al barranco de Las Rameras), sino a Villoslada de cameros, donde compramos productos artesanos, visitamos en centro de interpretación y echamos un pote. Después a Lumbreras, por el camino largo, iban los Torperena delante. Comida campestre y regreso a Herrondo Elkartea.
Objetivos cumplidos y proyectos en marcha: las tres ermitas pasando noche en Erga.