Salimos de Berroeta por el camino de santiago y cogemos un PR, marcas blancas y amarillas que va ascendiendo hasta lo pies del Abartan.
En realidad el Abartan no existe o por lo menos, ese día, no se ve. Así que para que los nuevos comprueben nuestra profesionalidad, optamos por rodear el monte para seguir la ruta hacia el Olari. Y, rodear lo rodeamos, pero detrás no había nada, vamos que seguía la niebla. Y empezamos la aventura.
Un guía palante, otro pabajo. Avanzamos, retrocedemos, giramos, niebla, ...
A pesar de alguna duda, el grupo confió en sus guías y caminó por zonas totalmente desconocidas para la empresa.
Tampoco existia el Olari, otra leyenda urbana. Y después de lanzarnos por un descenso, totalmente controlado caímos a la pista que va al CB(Campo base para los no iniciados) de Jakatours.
A una hora muy apropiada, las tres de la tarde comimos el hamarretako. Para entonces, los nuevos ya habían comprobado lo que es una txasperrada, pero entendieron que era lo que daba vidilla a estas salidas.